Restaurantes suben precios y bajan porciones debido al cerco

El incremento del pollo, la carne de res, la papa y otros alimentos afectó el precio de los almuerzos populares y en los restaurantes. En el primer caso subieron entre uno y dos bolivianos, y en el segundo redujeron las porciones u optaron por cambiar de distribuidores.

Primero subió la papa y pese a eso mantuvimos el precio del almuerzo, pero con el bloqueo en Santa Cruz ya se volvió insostenible mantener el precio. Por eso subimos un boliviano el almuerzo para nuestros clientes. Tampoco podemos dar menos porque dejarían de venir”, declaró Juan Carlos, uno de los comerciantes que prepara comida en el tercer piso del mercado Lanza.

En este centro de abasto las “comideras” estaban divididas por el precio de sus almuerzos. Los que antes vendían la comida a 11 bolivianos, ahora la comercializan a 12; y aquellos que antes vendían a 12, ahora lo ofrecen en 14 bolivianos. Amanda C., otra de las vendedoras, dijo que el incremento también se produjo por el alza de otros alimentos.

“Siempre nos piden llajua nuestros caseritos y debemos comprar gran cantidad de tomate. Antes estaba a dos bolivianos la libra y ahora compramos a tres. También subió el huevo, la carne de res y ni qué decir del pollo”, afirmó.

Los restaurantes de comida rápida optaron por mantener el precio, pero redujeron un poco más las presas de los pollos. Por ejemplo, antes vendían un cuarto de pollo de 20 a 22 bolivianos, dependiendo si servían pierna o ala. Ahora venden al mismo precio pero con un octavo de pieza de pollo, un poco más pequeña.

Una cadena de venta de pollo frito quitó de su menú los tradicionales baldes. “Tenemos platos con uno, dos, tres y hasta cuatro piezas. Ya no entregamos los baldes por el problema que se registró en Santa Cruz”, declaró uno de los administradores que prefirió no dar su nombre.

Otra cadena de venta de pollo aseguró que tienen abastecimiento de la carne, pero subieron sus precios entre uno y dos bolivianos. Por ejemplo, las tradicionales pipocas de pollo que antes vendía en 20 bolivianos, ahora están a 22 bolivianos.

Los restaurantes tuvieron que hacer cambios en el modelo de negocio. Por ejemplo, un restaurante que se encuentra en la calle Potosí y tiene una sucursal en Miraflores optó por cambiar al proveedor, como declaró su propietario, Víctor Hugo R. “No podemos incrementar el precio final de la comida ni mucho menos reducir las porciones a fin de no perder la clientela, cuando dejen de venir ahí tendríamos que cerrar”.

Por ejemplo, antes compraban el kilo de alas de pollo, que es su producto estrella, entre 19 y 21 bolivianos, pero con el cerco cruceño su proveedor habitual les subió hasta los 26 bolivianos el kilo y después les dejó de entregar el alimento porque ya no tenían más. “Hemos tenido que buscar alternativas y hallamos uno que trae de Cochabamba. Si bien nos da a un precio elevado, no nos entrega factura. El momento que hagamos el descargo fiscal al Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) ahí vamos a sentir el costo. Por ello, debemos compensar con otras facturas”, afirmó.

También dijo que llevaron al mínimo su margen de ganancias manteniendo la calidad y el servicio. “Nuestros clientes no sólo piden pollo, también consumen otros platillos con carne o piden una bebida. Ahí comenzamos”, afirmó.

Después de que el cerco a Santa Cruz concluyera, algunos productos comenzaron a salir con mayor normalidad de esa región y eso tuvo uno de sus primero efectos en el mercado Rodríguez. Por ejemplo, el kilo de pollo que llegó a los 20 bolivianos hasta la anterior semana bajó a 18 e incluso ya hay comerciantes que lo venden hasta en 16 bolivianos.

“Ya nos trajeron una mayor cantidad de pollos desde Santa Cruz y a un menor precio. Esperamos que en las siguientes semanas se vaya recuperando la normalidad”, declaró Amanda, una vendedora del mercado Rodríguez.

La producción

Pérdidas: Los productores temen que no haya suficiente pollo en el mercado para las fiestas de fin de año a causa del cerco a Santa Cruz. El presidente de la CAO, Óscar Mario Justiniano, reportó que más de un millón de pollitos bebé han muerto en los camiones y son los que en 42 días deberían estar en el mercado”.

Estudio: Este dato fue confirmado ayer por el gerente del IBCE, Gary Antonio Rodríguez Álvarez. “El cerco empeoró las cosas por el inhumano acto de no dejar pasar alimentos, asistencia médica y combustibles, algo que no ocurre durante los paros por razones de humanidad. ¿Sabía usted que un millón de pollitos bebé murieron por causa del cerco?”.

//Pagina Siete

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